El IPN y el Americano

La abuela diría que de los males el menos. Por un lado anuncian que habrá otro equipo más del Poli en categoría mayor, pero ¿qué creen? No tendrá dónde jugar porque definitivamente el estadio “Wilfrido Massieu” no abrirá sus puertas al ovoide, que incluso piensan derrumbarlo.

Es triste, que una institución de la importancia y tradición como el IPN, no tenga siquiera en condiciones de uso (al menos eso es lo que dicen sus autoridades), un estadio digno para el futbol americano.

Con el anuncio, Enrique Villa Rivera confirmó lo que era un secreto a voces: las autoridades del Politécnico no quieren saber nada del futbol americano, al menos no tan cerca de la dirección general. 

Aunque el propio Villa Rivera dijo al principio de su gestión que sí contemplaban la utilización del estadio “Wilfrido Massieu”, luego de que su antecesor, el tristemente recordado Correa Jasso, lo tuvo cerrado durante tres años, sin una explicación.

Durante cinco años han dicho que el estadio tiene daño estructural, y que es un peligro para los aficionados, pero a la fecha nunca han mostrado un peritaje. Más aún, el arquitecto Jorge León y Fernando Garza Tobías, a la sazón responsables de instalaciones y del Dofa, respectivamente, en su momento, que el estadio no tenía problemas que no pudieran arreglarse.

Declaraciones que les costaron una reprimenda y a la postre los mismos puestos.
Ahora dicen que el inmueble será derrumbado para dizque construir otro, aunque no dijeron cuándo. Y tampoco explicaron cómo es que abrirán sus puertas para dar cobijo a la Olimpiada Nacional pero lo cierran para el deporte de las tackleadas.

Quizá piensan que los aficionados que van a presenciar competencias de atletismo pesan menos que los que van al futbol americano (bueno algunos son bastante higaditos), pero no es para tanto.

Durante años dieron los pretextos más inverosímiles, desde tuberías rotas, falta de baños, hasta una falla geológica (casi casi la falla de San Andrés), y que ello impedía el uso del estadio.

Pero milagrosamente cuando el general Macedo de la Concha y sus cuates iban a jugar futbol, todos los problemas del estadio desaparecían misteriosamente.

O como ahora, el milagro de que podrán utilizarlo para la Olimpiada Nacional.

Acerca del equipo, aún falta saber su nombre, hay quienes dicen Poli Blanco o algo así, pues las autoridades no quieren saber nada de Pieles Rojas… ¿ni de Cheyennes?
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